«Son dos patologías diferentes que asociamos, confundimos con facilidad, y por eso, son numerosas las consultas sobre ellas en la Farmacia»
Aunque parecen enfermedades similares, tenemos que saber que difieren en cuanto al agente etiológico y algunos síntomas.
El resfriado común es una infección leve de las vías respiratorias altas y está causado por una serie de virus como los Rinovirus y Coronavirus. Los síntomas aparecen después de 48-72 horas de incubación y suelen ser: dolor de garganta, congestión nasal, estornudos, rinorrea y tos. Aparece una elevación de la temperatura corporal que no suele ser superior a 38 º, y suele durar entre 3 y 6 días, aunque puede quedar una tos irritativa durante un periodo más prolongado de tiempo.
El resfriado común , casi siempre leve, debe ser tratado de forma sintomática, estando atentos con los pacientes que , por su historial clínico, puedan derivar en una sobreinfección de vías respiratorias y pulmonares , que precisará de la visita al médico.
Puede aparecer una o varias veces durante todo el año.
La gripe afecta principalmente a la nariz, garganta, pudiendo afectar a pulmones de forma ocasional. Suele aparecer como epidemia a finales de otoño. Esta causada por el Virus de la Gripe, y se caracteriza por aparición brusca de fiebre alta con dolores musculares y articulares, malestar general importante y dolor de cabeza. A partir del tercer /cuarto día empiezan a desaparecer los síntomas generales y aparecen la rinorrea, estornudos y dolor de garganta.
La mayoría de las personas afectadas por gripe suelen recuperarse después de 10 días, con un tratamiento sintomático, pero en personas afectadas por enfermedades graves, puede llevar a complicaciones que provoquen empeoramiento de las mismas.
La vacunación contra la gripe es el método más eficaz para prevenirla y se recomienda a las personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la enfermedad. También a personas de más de 65 años.
El tratamiento farmacológico, en las dos patologías, debe de ser sintomático, además de medidas higiénicas como lavado de manos, reposo y una hidratación adecuada.
- La congestión nasal debe tratarse con lavados nasales y descongestionantes (suero fisiológico, oximetazolina, fenilefrina…) y otros tratamientos homeopáticos y de aceites vegetales.
- La rinorrea y estornudos pueden ser tratados con antihistamínicos (clorfenamina, loratadina, cetirizina, ebastina…) además de homeopatía y extractos naturales.
- La tos irritativa o seca mejorará con antitusivos (dextrometorfano, cloperastina) y extractos vegetales como Hedera hélix, llantén…). La tos productiva con mucolíticos (acetil-cisteina, guaifenesina, ambroxol…)
- La fiebre y el dolor muscular o de garganta puede ser tratado con analgésicos y antipiréticos (paracetamol, aspirina, ibuprofeno…) Además de los antisépticos bucofaríngeos que mezclan antisépticos con anestésicos y antiinflamatorios locales.
Existen en el mercado farmacéutico presentaciones que combinan diversos productos de los mencionados , con objeto de combatir varios síntomas y mejorar el estado general del enfermo. Puedes consultarlos aquí.
El uso de antibióticos en estos procesos no es adecuado y no deben de usarse, salvo en complicaciones por sobreinfección y según estime oportuno el médico.
Aún así, hay que, abrigarse, salir a la calle y ¡disfrutar del invierno!