HELIOCARE 360º AGE ACTIVE FLUID PROTECTOR SOLAR

Alta fotoprotección de amplio espectro que protege frente a las cuatro radiaciones UVB-UVA-VL-IRA, incluso frente a la luz azul emitida por dispositivos digitales, con un sistema antipolución y con triple complejo antiedad que ayuda a prevenir y corregir los signos del fotoenvejecimiento. Su textura ultraligera, ideal para todo tipo de pieles, deja un acabado suave y sedoso, y difumina los signos de la edad gracias a su tecnología soft focus. Resistente al agua y al sudor, no pica en los ojos.

Cumple las más altas exigencias en materia de fotoprotección. Su fórmula con filtros cuidadosamente seleccionados y Fernblock®+ protege frente a las 4 radiaciones (UVB, UVA, Visible e Infrarroja) con actividad avanzada frente a radiación UVA, luz visible y luz azul, principales radiaciones responsables del fotoenvejecimiento. Además, Fernblock®+ junto con los activos reparadores y antioxidantes neutralizan y reparan el daño solar. Alta tolerancia cutánea. Testado bajo control dermatológico y oftalmológico.

Todo tipo de pieles para prevenir y corregir el fotoenvejecimiento.

Ingredientes: 

Combinación óptima y estable de filtros solares
Fernblock®+
TinosorbA2B y Oxido de Hierro para reforzar la protección frente a UVA y luz visible
Triple Complejo antiedad: ácido hialurónico, serina y trehalosa
Sistema antipolución
Tecnología Soft-focus

Características:

Protección de amplio espectro (SPF50, PA++++, Visible e Infrarrojo)
Protección frente a la polución
Protección frente a la luz azul
Actividad reparadora del daño solar
Antioxidante
Acción antifotoenvejecimiento
Difumina los signos de la edad. Efecto buena cara
Acabado suave y sedoso
Resistente al agua y al sudor
No pica en los ojos
No comedogénico
Hipoalergénico
Testado bajo control dermatológico y oftalmológico

Modo de empleo: 

Agitar antes de usar. Aplicar de forma generosa y uniforme antes de la exposición solar. Reaplicar frecuentemente, especialmente tras baños prolongados o sudoración excesiva.

Uso externo. Evitar el contacto directo con ojos y mucosas. Evitar la exposición prolongada al sol durante las horas de más intensidad. Utilizar ropa, gorro y gafas de sol para protegerse. No exponer a bebés y niños pequeños directamente al sol.